El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), en el marco de desarrollo de la estrategia para la conservación del Urogallo, está promoviendo diferentes proyectos con el objeto de frenar la regresión e impulsar la recuperación de esta especie en los Pirineos, según informa el ministerio.
Así, señala que son ya más de 1.100 kilómetros de muestreos de indicios de Urogallo y sus potenciales predadores en el área pirenaica. En este contexto, por cuarto año consecutivo, técnicos de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal y de la Generalitat de Cataluña, han completado las labores invernales para la conservación del Urogallo en el Alto Pirineo de Lérida.
Igualmente, explica que las poblaciones españolas de Urogallo constituyen una singularidad en el área de distribución de la especie. Aisladas del resto de las poblaciones desde final de la última glaciación, representan el límite meridional de la población mundial, si bien durante los últimos años, se viene constatando una regresión de sus efectivos poblacionales.
Según los datos del Grupo de Trabajo MARM-CCAA se estima que la población cantábrica es de 300 a 400 ejemplares. Sin embargo, destaca que la población allí se encuentra en "rápido y continuo descenso", estimado en un 50% en la parte occidental, y alrededor del 75% en la oriental. Por otro lado, la población del Pirineo español es de 1.150 ejemplares, con una tendencia estable en el núcleo central, y en leve disminución en la zona periférica de su distribución.
Durante los trabajos de campo de este invierno se han contabilizado más de 20 observaciones de urogallo, y han permitido la constatación de un comportamiento no descrito anteriormente en la especie y que está pendiente de analizar y explicar por los expertos en la etología de esta especie.
Del mismo modo, se están llevando a cabo estudios en relación con los potenciales predadores del Urogallo, para mejorar el conocimiento sobre la biología y distribución de las diferentes especies de carnívoros. En esta línea, también se ha realizado un trabajo sobre la comadreja, detectándose por primera vez, rastros en la nieve a unos 1.900 metros de altitud, información de gran valor ecológico que en el marco de la colaboración existente con la Generalitat y el Parc Natural de l'Alt Pirineu ayudará, junto con la del resto de especies, a completar el atlas de carnívoros de esta comunidad autónoma.
Vía: Europa Press
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