miércoles, 10 de noviembre de 2010

El gran felino acorralado


Las autoridades de once países asiáticos han incautado los restos de más de mil tigres en la última década en ese continente, donde los expertos alertan de la extinción de estos felinos por la caza furtiva, según indicó la ONG defensora de los animales Traffic.

Las pieles de tigre, huesos, calaveras y penes utilizados en la medicina tradicional como amuletos u objetos de decoración fueron decomisados entre 1990 y 2010 principalmente en la India, China y Nepal, según esa ONG.

Las partes intervenidas arrojan una cifra de más de 100 tigres cazados furtivamente al año, aunque la cifra real sería mucho mayor, añade el dossier. Por ello, la ONG alerta del peligro que "lleva a una de las especies más legendarias de la Tierra a su extinción".

Las rutas de los traficantes comienzan en India, que alberga a la mitad de los tigres del mundo, y termina en China, donde el crecimiento económico ha impulsado la lucrativa venta ilegal de las partes del tigre. En ocasiones, los clientes pagan sumas desorbitadas por órganos de tigre a los que confieren propiedades curativas y afrodisíacas, indica el informe.

La población mundial de tigres se ha desplomado hasta los 3.200 ejemplares debido al tráfico ilegal y la fragmentación de sus hábitats, mientras que hace un siglo se contabilizaban 100.000 ejemplares, en la década de 1980 había 20.000 y como vemos van bajando.

Entre los días 21 y el 24 de este mes, la ciudad rusa de San Petersburgo acogerá una cumbre sobre el tigre presidida por el primer ministro ruso, Vladimir Putin, curiosamente un gran aficionado a la caza del felino en la estepa siberiana.

Vía: El Mundo

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