sábado, 28 de agosto de 2010

El Golfo de México sufrirá el vertido por muchos años


El Golfo de México sufrirá por muchos años las consecuencias del vertido de BP, si bien es verdad que muchas zonas afectadas por este vertido parecen estar limpias no es así. Estas verdades las ha declarado el oceanógrafo Xavier Pastor, que dirige una expedición en la zona para analizar los efectos del petróleo de BP. Dada la cantidad de petróleo derramado -unos cinco millones de barriles- y la profundidad de 1.500 metros en la que ocurrió el accidente, los expertos de Oceana calculan que los efectos del vertido se notarán entre los próximos 20 y 100 años.

Xavier Pastor, director de la organización Oceana en Europa, ha explicado que, además del impacto directo del crudo en el hábitat marino del Golfo de México, las especies sufren la adherencia del petróleo en su piel, la inhalación de compuestos químicos y la obstrucción de las vías respiratorias.

Las más afectadas han sido los cetáceos, las tortugas y las aves, debido a que se acercan a la superficie marina para poder respirar y alimentarse.

El oceanógrafo ha añadido que el vertido ya no se detecta a simple vista humana, excepto en ciertas zonas y marismas del delta del Mississipi.

En este sentido, ha recordado que un estudio de la Universidad de Georgia calcula en un 75% el crudo que podría estar en los fondos marinos.

Pastor, que llegó al Golfo a principios de agosto junto con otros once científicos de Oceana, visita esta semana la desembocadura del Mississipi, frente a las costas de Lousiana, donde han visto cientos de plataformas petroleras y también barcos arrastreros de pesca de gamba en una zona prohibida para esta actividad.

Ha destacado, asimismo, que hay una corriente de petróleo submarino de 40 kilómetros de longitud, que se inicia en el lugar de la catástrofe y que se dirige hacia el suroeste, a una profundidad de casi un kilómetro bajo la superficie.

"A esas profundidades, la temperatura es de alrededor de cuatro grados, lo que hace que el petróleo se degrade a velocidades diez veces menores que si estuviese en la superficie", ha explicado Pastor.

Desgraciadamente esto no es tan sencillo como quitar el petroleo que se ve y ya, las consecuencias se sentiran por muchos años, mientras BP intenta recomponer su dañada imagen mundial y ha renunciado a perforar en la costa de Groenlandia, que quieren ahora un aplauso...

Vía: El Mundo

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